Los cerdos latones criados en invierno son sin duda particulares por su capacidad de adaptación al medio y a la climatología.
Este año en el tramo final de su cría se han sucedido varias nevadas, alguna dejó 35cm de espesor, noches frías y largos periodos de lluvias.
Los latones se adaptan al medio y a sus condiciones adaptando sus rutinas a las condiciones meteorologicas. Largas noches que soportar bien pegados en las zonas resguardadas, actividad en las horas centrales del día y calorías extra en la dieta para plantar cara a las bajas temperaturas.
Unos cerdos duros, con genética de cerdos autóctonos, que les permite poder adaptarse también a las condiciones del invierno.